A diferencia de lo que se pensaba durante la segunda mitad del siglo XX, el psicólogo conductista Watson planteó un reto:
“Denme una docena de niños saludables, bien formados y mi propio mundo para criarlos, y yo les garantizo tomar a uno a azar y entrenarlo para convertirlo en cualquier especialista que pueda seleccionar: doctor, abogado, artista, comerciante, jefe y si, incluso un pordiosero y ladrón, sin tener en cuenta talentos, inclinaciones, tendencias, habilidades, vocaciones y raza de sus ancestros”
En este reto Watson plantea que las habilidades y los talentos de una persona son rasgos que pueden ser entrenados para inclinarlos hacia cualquier materia anulando su vocación.
Según el autor, las inclinaciones de los niños en edades tempranas se deben al aprendizaje. En mi opinión todos tenemos talentos y habilidades innatos, debidos a la constancia en el aprendizaje de nuestra vocación y que en algunos casos son influenciados por nuestro ámbito familiar.
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